Desde hacía un mes de aquel año los grupos del Puerto de Salaverry se habían adherido al proceso de la Misión Rama. Salaverry es un puerto al sur de Trujillo(Perú) a unos 15 minutos en auto.
En aquellos días, nuestro hermano Miguel Corcuera se había iniciado en las comunicaciones con los Guías Extraterrestres viviendo él y todo el Grupo de Salaverry experiencias realmente fabulosas con avistamientos muy cercanos en la playa, experiencias que llevaron a que el puerto entero se vea sacudido. Inclusive, el Capitán de Marina tomó cartas en el asunto por haber tenido la oportunidad, en esos días, de avistar una gran nave sobre la Capitanía. El Capitán, llamó al Gobernador de Puerto para pedirle su opinión y explicaciones al detalle pues se había enterado que había estado presente en el primer avistamiento en la playa, que confirmaba la primera comunicación, el primer contacto de Miguel con la Guía ANITAC, del planeta Venus.
Eran momentos de gran afluencia y participación de mucha gente interesada en las experiencias del grupo Rama, las cuales estaban a la orden del día, por decirlo así, debido a que efectuábamos charlas al público todas las semanas. Ello, aunado a las seguidas experiencia con el fenómeno OVNI, permitían que lleguen los que tenían que llegar, evidenciándose un trabajo compartido entre La Tierra y el Cielo, entre el discípulo y el maestro o mejor quizás aún, entre amigos y hermanos.
El día 8 de Diciembre, se habían vuelto a dar las 3 Iniciaciones en la zona de Collambay. El grupo de Salaverry asistió íntegro para completar el tener su "Nombre Cósmico", "Los Cristales de Cesio" y la experiencia “Xendra". Sin embargo, en Salaverry había dos muchachos que no pudieron ir a pesar de que se sentían totalmente identificados con la Misión Rama, a tal punto que habían adoptado una disciplina rigurosa con ejercicios, prácticas de relajación y meditaciones. Así también, intentaron un régimen alimenticio naturista que no les dio resultado por la intolerancia de sus padres. Ellos, por ser menores de edad no asistieron a la salida debido a que la renuencia de sus progenitores les impedía hacerlo, por lo cual se quedaron sin "Xendra" ni "Cristales".
El 9 de Diciembre, al día siguiente de las experiencias, estuvimos en Salaverry Rodolfo, Giovanni, Romel y Yo, apoyando una reunión de grupo en la casa de Miguel, luego de la cual y departiendo sobre los últimos sucesos, Miguel decía que él sentía que a esos dos muchachos, muy allegados al grupo, los Guías les podían dar sus Cristales, inclusive Xendra, en la playa. Sin embargo, él quería que pase una nave antes, a las cuales ya estábamos acostumbrados, para pedir una comunicación y consultarles si ello era factible. Por lo cual, me fui con él a la playa pero después de esperar largo rato no tuvimos avistamiento alguno, entonces decidimos volver.
De regreso, nos encontramos afuera de su casa con gente del grupo, así que les propuse hacer una práctica de comunicación entre todos para intentar recibir algún mensaje. Sin pensarlo más, todos menos Miguel, nos hemos dirigido hacia el local donde hacían sus reuniones.
Eran alrededor de las 9 de la noche de aquel 9 de Diciembre de 1979 cuando nos reunimos 9 personas en ese día domingo. Y para completar, habían pasado 9 meses desde mi primer intento de recibir comunicación. Luego de relajarnos, hacer una serie de vocalizaciones para mayor armonizarnos, interior y exteriormente, y luego de elevar el nivel mental en base a pensamientos positivos, la idea era clara, común, establecer comunicación telepática, tal como unos pocos dentro de los grupos ya venían experimentando.
En eso, la mano de Rosa empezó a moverse, haciendo una serie de rayas y garabatos. De pronto empezó a escribir. Yo observaba de reojo mientras cogía concentración y me ponía mentalmente receptivo. Por momentos ella escribía y a veces garabateaba y todos con su papel y lapicero en mano, se limitaron a ser testigos. Por mi lado, empecé a recibir lo que aparentemente eran ideas, nada perdía escribiéndolas. En determinado momento, mientras escribía, sentí una especie de corriente que circulaba por mi brazo y que hacía que mi mano tiemble, a tal punto, que me asusté y mi corazón empezó a latir fuertemente. Sobresaltado me volví a relajar ayudándome con respiraciones profundas y pausadas y así continúe escribiendo las ideas que venían a mi mente. La tranquilidad volvió a mí y me empecé a sentir mejor que nunca.
Casi al finalizar el contacto, una idea:
- “...Confirmaremos esta comunicación al momento que Uds. salgan de este local”.
Repetidamente pensé: "¿Y si salimos afuera y no pasa nada?, yo quedaría aquí mal con todos, ...¡No!".
En el fondo, no creía que esto fuera comunicación, así tan de fácil.
De repente otra idea:
- “Confirmaremos esta comunicación con el paso de una nave, al momento en que lleguen al lugar. No dudéis de lo que recibís, pues si así lo hacéis todo caerá y no respondemos por eso. Cada quien responde por sus actos...”.
Al término de la, hasta entonces supuesta comunicación, claramente he percibido y de manera distinta, un nombre, como si fuere una especie de sonido, una especie de clariaudiencia: RUMILAC.
Después de terminar, leímos ambos mensajes y nos hemos percatado que eran muy parecidos. La idea de fondo era común, la misma, y lo que sí era idéntico en ambas, era la frase: “Como lo intuye el hermano Miguel...”.
Eh aquí un extracto de lo recibido por mí:
COMUNICACION SALAVERRY 09/12/1979
Sí, las experiencias de recepción de Cristales para los hermanitos de Salaverry que ya conocéis, deberán darse, y así será, en el mismo lugar que un día vosotros fuisteis y que junto a 3 más compartisteis la experiencia, su experiencia con los Cristales de Cesio.
Los Guías de Venus les decimos que a esos 2 hermanitos que faltan darles sus Cristales, los pueden tener, como ya lo dijimos, como lo intuye el hermano Miguel, este Viernes, y pueden asistir quienes Uds. crean conveniente.
Confirmaremos esta comunicación con el paso de una nave al momento en que lleguen al lugar(es decir el viernes). No dudéis de lo que recibís, pues si así lo hacéis, todo caerá y no respondemos por eso. Cada quien responde por sus actos…
Este mismo ser se había comunicado con los dos. En este caso, el mensaje que transmitía el ET. "emisor" era al parecer único y la forma en que cada cual lo recibía dependía del léxico de palabras en la memoria del "antena receptor"; por lo demás, se darían experiencias de recepción de "CRISTALES DE CESIO” para dos personas.
Cabe mencionar que varios días atrás, se había dado una experiencia de recepción de estos "Cristales", en el Cerro "Carretas", junto al gran faro que señala a los marinos su cercanía al puerto.
En la comunicación que había canalizado Rosa Corcuera, RUMILAC, Guía extraterrestre de Venus, mencionaba que la confirmación de aquella, se efectuaría al día siguiente lunes en la Playa.
El lunes por la noche, el grupo de Salaverry se reunió en la playa en espera de que la nave pase a las 8.00 PM. La nave no pasaba y Rosa, preocupada, nuevamente entró en comunicación. Los "Guías" contestaron que pasarían a las 8.30 y que, mientras tanto, todos trabajen con la relajación y meditación en ¿Quién soy yo? A las 8.30 en punto, un OVNI les alumbró desde lo alto y, prendiendo y apagando sus luces, se retiró, quedando con ello confirmado el "canal" de Rosa, así como las experiencias del siguiente viernes. Yo no pude estar presente, debido a que tenía clases en la Universidad; sin embargo, me puse contento por lo acontecido y con ello, había que esperar hasta el día viernes en que se confirmaría la comunicación que yo había recibido.
Viernes 14 de Diciembre, entre el primer y segundo rompeolas, empezando desde “La Poza”. Elegimos el lugar, por ser más accesible y haberse dado en sus inmediaciones los primeros avistamientos en el puerto. En un comienzo habíamos pensado que sólo dos recibirían sus "Cristales"; sin embargo, al enterarse todos los grupos de Salaverry, Miguel había visto la necesidad de que reciban todos los que no los tenían y que sea no el "Cerro Carretas", sino en la playa.
En ese preciso momento, Miguel quien era el instructor de los grupos de Salaverry dirigía una relajación al centro del grupo, en el cuello llevaba unos binoculares. Todos nos encontrábamos formando círculo, con los ojos cerrados. De pronto, con voz clara y segura dijo:
- “¡...Allí está la nave!”
Y todos abrimos los ojos para buscarla.
Aproximándose desde el Norte, entre el segundo y tercer rompeolas, estaba la nave. La podíamos apreciar como dos luces juntas claramente delineadas y no brillantes de un color blanco amarillento. Avanzaba lentamente, quizás a unos 200 metros del grupo y a una altura de 50 metros sobre la orilla de playa. Todos la observábamos; sin embargo, más de uno, identificado con el trabajo de interiorización que realizaba, cerró los ojos para continuar con lo suyo, en un acto de reverencia. Sabían que, como otras veces, allí estaban ellos, observando y apoyando su trabajo.
La nave se fue aproximando y de pronto se detuvo y permaneciendo suspendida en el aire, emitió un haz de luz hacia la orilla de la playa.
Había cierta niebla baja, el cielo estaba nublado y claramente observábamos el haz. Inmediatamente esa luz dejó de ser emitida, el objeto se movió ascendiendo levemente y cambiando a una coloración rojo-naranja, pero intempestivamente se apagó totalmente. Luego nos enteraríamos, que Miguel, tal cual él mismo narró, no sin sentirse culpable, en ese preciso momento había tomado su larga vista para observar mejor.
Por alguna razón no permitieron ser vistos con los binoculares. La lógica humana siempre será diferente que la de otras entidades con un nivel mayor de evolución. Cabe aquí señalar que en varias oportunidades en que los quisimos ver no los hemos visto y en otras en que al avisar al compañero de al lado, de la presencia de la nave en el cielo, apagaban totalmente sus luces. Otras, han sido las veces en que sin esperar nada hemos vivido maravillosas experiencias. Sin embargo, era natural esperar que ante la proximidad de las naves quizás podrían permitirnos observarlas aún mucho más cerca.
Las experiencias de avistamientos, tal cual Ellos mismos lo dirían en comunicaciones, de ninguna manera representaban un fin, sino un medio, un instrumento, la evidencia material del apoyo y presencia de mundos en desarrollo superior, seres que han alcanzado niveles mayores de aprendizaje pero que tuvieron que pasar y vivir, tal vez, errores semejantes a los nuestros. La presencia ET. ha representado siempre, no sólo el resquebrajamiento de los esquemas y apegos mundanos, de allí el temor y trauma humanos, sino también, el despertar a nuevas interrogantes y respuestas, o la iniciación hacia aspectos de cambio y del desarrollo interior, según la persona y la circunstancia dada.
No podíamos saltar etapas, el Plan y todo el movimiento generado, estaba previsto hasta en el más mínimo detalle. El acercamiento y contacto definitivo con ellos, debía darse en el momento justo, en el lugar adecuado y con las personas preparadas, no antes ni después.
Se continuó con el trabajo de relajación y acto seguido Miguel se apartó del círculo humano, dirigiéndose hacia el segundo rompeolas, con linterna en mano, para allí recibir comunicación. Minutos después, todos en el grupo observamos que entre el segundo y tercer rompeolas, posada en el suelo o quizás a poca distancia del piso, la nave anterior encendió, de pronto, sus luces en total silencio.
Todos, las más de 30 personas allí reunidas, la podíamos ver como dos esferas rojizas sobre las que se veía una especie de cúpula o domo de un tenue color naranja-amarillento. En el interior, algo oscuro, a manera de silueta de una persona, se movía.
En eso, uno de los tíos de Miguel, al ver aquello, se ha asustado y pensando que los ET. se llevarían a su sobrino, desesperadamente corrió dirigiéndose hacia donde él estaba. En el trayecto de la carrera, la nave apagó sus luces y al llegar el tío, Miguel terminaba de hacer la comunicación y no se había percatado de nada, debido a que se encontraba de espaldas en la parte baja de las piedras, concentrado en la recepción y las luces de la nave no habían sido brillantes sino opacas.
La "Guía" ANITAC, con quien Miguel frecuentemente venía comunicándose, dijo que nos preparemos y los que habrían de recibir los “Cristales” se dispongan en círculo, con cara hacia afuera. Diecisiete personas se ubicaron con las manos extendidas, entre el primer y segundo rompeolas. Aquellos quienes últimamente venían coordinando dichas experiencias en Trujillo, no habían concurrido a la experiencia, unos por desconocimiento y otros porque no creyeron en la veracidad de tales comunicaciones.
Miguel, Giovanni y Yo tuvimos que asumir la responsabilidad de coordinar la integración de los “Cristales”. No lo habíamos hecho antes; sin embargo, en experiencias similares anteriores, había observado que desde que los recibí en Huacho, durante las experiencias del mes de Julio, sucesivamente los podía apreciar mejor. Sin embargo, como no podíamos ver bien la proyección y concentración energética sobre las palmas de las manos debido a que el faro, que a cada momento circulaba y nos alumbraba, nos quitaba concentración para poder percibir mejor; entonces Miguel, se puso nuevamente en contacto para preguntar:
- “Diríjanse del otro lado del rompeolas, allí no verán el faro y podrán ver mejor los cristales” -respondió ANITAC-
Cómo no se nos ocurrió esto, pensábamos; y enseguida, ordenadamente, dirigimos a todos hacia el lugar. Ciertamente, pasando el segundo rompeolas, las piedras nos tapaban de la potente luz del faro. La marea estaba en baja, por lo cual, el agua estaba un tanto retirada de la playa. Y allí nos situamos y nos dispusimos para la recepción.
Entonces, empezó la proyección de estos llamados "Cristales de Cesio". Formas piramidales sobre las palmas de las manos que una vez proyectados totalmente, eran integrados en el pecho de las personas. Los Cristales, iniciaciones dadas por estos Guías Extraterrestres, actuarían como reguladores de las nuevas energías que llegaban ya a nuestro mundo en ascenso dimensional. En principio iban a ser dos los que recibirían y al final fueron más de 15.
Varios de los presentes estaban porque algún amigo les había invitado y dado alguna referencia general, y sin mayor conocimiento de estas cosas les tocó vivir una experiencia más allá de este mundo, extraña y misteriosa pero muy atrayente por lo que sintieron y también por lo que vieron y vivieron.
Al final, comentarios e intercambio de lo vivido cerraron la experiencia de aquella noche, en la que un grupo de personas nos acercamos a una experiencia de contacto con estos amigos del espacio.